COMENTARIO DE TEXTO
SOCIALIZACIÓN JUVENIL Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN: Algunas cuestiones clave
Los medios de comunicación de masas, se han convertido en un importante agente de socialización de niños, jóvenes y adultos, una de cuyas características fundamentales es que permiten la comunicación, simultánea o no, con un elevadísimo número de personas en cualquier lugar del mundo. Estos medios pueden ser usados con el propósito explicito de provocar aprendizajes que faciliten la socialización y la educación. Tal sería el caso de las emisiones educativas o formativas por radio, televisión, cine o a través de páginas web. Pero por desgracia, estos medios también pueden tener un papel nocivo para los jóvenes.
Este artículo analiza la influencia de los medios de comunicación en los procesos de socialización juvenil. Para ello reflexiona sobre la capacidad de influencia de los medios como agentes de socialización; sobre la forma en la que intervienen en la construcción social de la identidad juvenil; sobre el uso que los jóvenes hacen de ellos y finalmente sobre la importancia del papel que juega la familia en los hábitos de uso y consumo.
Los medios de comunicación, especialmente la televisión o Internet, son potentísimos difusores de recursos para la representación simbólica y la construcción de las identidades de los individuos y los grupos quienes se apropian de sus materiales para darles sentido, mediatizados por su cultura y su personalidad.
A veces los jóvenes acuden a los medios para obtener información sobre cosas concretas, otras son una manera de sentirse integrados en un colectivo que comparte los mismos símbolos, las mismas aficiones y los mismos valores; otras son simplemente una manera de ocupar su tiempo libre.
Los jóvenes utilizan el contenido de los medios para reafirmar o argumentar sus opiniones e ideas, como parte de su proceso de socialización y para desarrollar su sentido de pertenencia: en muchos casos este contenido vehicula las conversaciones de los grupos juveniles. Un buen ejemplo sería la televisión, ya que es el medio masivo con mayor seguimiento entre los jóvenes. En el caso de las series juveniles, muy seguidas por los jóvenes se dan dos procesos que consisten, en primer lugar en la recepción y retención de la información, y en segundo lugar, en la transmisión de dicha información a sus iguales, a través de un proceso de interacción. Los críticos refieren que además del tiempo que los jóvenes pasan delante de la televisión, hay que tener en cuenta su grado de implicación emocional y cognitivo. Consideran que hay que valorar no solo la cantidad sino la calidad de lo que se consume. Hay que tener especial cuidado con los productos de contenido adulto, ya que puede incidir de alguna manera en el desarrollo del joven.
Por último, destacar el fundamental papel de la familia, ya que es en su espacio vital donde se configuran los hábitos de uso y consumo, tanto de la televisión como de otros medios. Los autores más significativos en la materia destacan dos grandes modelos familiares, las familias socialmente orientadas y las familias conceptualmente orientadas. Las primeras serían aquellas en las que predomina el control y la armonía familiar, mientras que en las segundas fomentan la independencia y autonomía de los hijos, y la capacidad de realización personal. Tampoco podemos omitir un tercer modelo familiar, cada vez más extendido, también llamado “laissez faire”, dejando total libertad a sus hijos. Pero sin duda, el más recomendable sería el modelo orientativo, vinculado al modelo familiar democrático.